12 abril 2009

la nostalgia de una vida perdida

Para ser teatrero no se necesita más que tener talento. 

Eso ningún director de teatro me lo puede negar.
Es justo y necesario ser francos en esta vida. 

He convivido con teatreros en los últimos 3 años de mi vida. 
Tengo el agrado de conocer a varios directores y actores excelentes que lo mismo pueden interpretarme un dolor que una alegría en menos de lo que canta un gallo... o de lo que hablan en un podcast... y la verdad, lo que necesitas es talento y ganas de hacerlo.

Si yo fuera una amante asidua del teatro (y lo digo porque apenas el año pasado me eche 9 obras de teatro y 5 de teatro independiente...) no me gustaría que lo que voy a ver sean clases de reconocidos escritores llevados a escena... mucho menos me gustaría que una mujer que pretendió ser la próxima conductora de Código Fama sea fan from hell de Fernando Morales.

La verdad es que palabras como "gacho" "chido" "bien acá" "banda" y demás en una oración a veces no se entiende, entonces uno se imagina (ya saben, la imaginación vuela y de repente se estampa en la pared) que si así habla uno, cómo será entonces estar en escena.

Recuerdo yo que en la secundaria hice actuaciones... y de repente no crean que porque yo fui e hice el casting. En realidad me escogieron por el carisma de poder hablar en público sin tullirme arriba del escenario. 

Esa experiencia me valió en mis tres años de secundaria, tener papeles protagónicos, lo mismo bailé y canté, que me tiré al piso o bien hice el papel de mudo. Eso entonces confirma que aunque tome la mejor clase de teatro con el más prestigiado personaje... uno puede conseguir los mejores papeles nomás porque uno habla fuerte, no se inmuta ante el publico, o porque tiene un buen perfil. Tssss que fuerte es que uno pueda conseguir cosas sin necesidad de pagar por aprenderlas. Pero a decir verdad, admiro a las personas que se preparan, porque ello conlleva a pedirles más y más esfuerzo y tener el derecho de abuchearlos si no hay buenos resultados... eso y si volvemos a ver obras tan nefastas como en el festival de teatro del CUC, donde a los jóvenes también deberían de hacerles un examen de dicción.

Viene también la parte poética como bien nos menciona Magda. Esa parte donde dan "asi ejercicios bien acá" (supongo que son ejercicios raros, o bien ejercicios diversos... pediré pronto un diccionario a Feedback Radio para que cuando digan "no manchen" o este tipo de expresiones, entienda perfectamente que quieren decir... porque supongo que no es del verbo manchar, osea, dejar huella), prosigo, los ejercicios hasta donde se por gente de la Compañía nacional de Teatro, son parte fundamental de un teatrero. No porque quieran que se vean bonitos doblándose en 20 movimientos, sino porque la preparación física de las personas es fundamental, sobre todo, porque debe de haber energía. Energía que no sólo debe de evocarse en su participación sino debe de transformarse para la participación y el enlace del público con el personaje. Así que la próxima vez, le recomendaría a Magda que hay que comer menos comida chatarra para aguantar "los ejercicios acá".

Por cierto, una ultima cuestión, creo que hacer teatro bien, no es simplemente tener una mega producción o tener el mejor vestuarista o el mejor guión, creo que hacer teatro bueno es pararte enfrente del público y dejarlo soñar. Es difícil hacer creerle a la gente que está en otro mundo, en otro medio, en otro espacio... y no en la butaca. Si alguien conoce a un actor así, siéntase afortunado, que el director se sienta halagado también, porque teatreros aficionados en la vida de uno siempre hay (sino pregúntenle a quien habló en este pod... o a sus parejas, a sus amigos, a sus vecinos y hasta el del micro) pero ACTORES DE TEATRO... se cuentan con los dedos de la mano.

y por cierto, sólo como dato curioso, al buscar "teatrero" en el diccionario de la Real Academia Española, hallé que nuestra amiga Magda pudo haber confundido el término (en otro sentido sería actor)... o será que acaso ella es una exagerada?

teatrero, -ra.
1. adj. teatral (deseoso de llamar la atención) U.t.c.s
2. adj. coloq. Muy aficionado al teatro.
3. m. y f. coloq. histrión. (persona afectada, que gesticula con exageración)

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